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Jesús apiádate del alma de
Soño que caminaba en la orilla de una playa con el SEÑOR. A traves del cielo se alumbraban escenas de su vida. En cada escena veia dos pares de huellas en la arena: un par partencia a el, y el otro al SEÑOR. Cuando la ultima escena de su vida se alumbro ante el, miro hacia atrás, a las huellas en la arena. Noto que muchas veces a lo largo del cendero de su vida, habla solamente un par de huellas. Tambien noto que esto coincidia con los momentos mas tristes y solitarios de su vida. Esto realmente le molesto y le pregunto al SEÑOR, “Tu dijiste que una vez que yo decidiera seguirte, tu caminarias conmigo todo el camino, pero he notado que en los momentos mas difíciles de mi vida, hay solamente un par de huellas. Yo no comprendo porque cuando mas te he necesitado, me has dejado solo.” El SEÑOR le contesto: “Hijo mio, mi querido hijo, yo te amo y nunca te he dejado. Durante tus momentos de prueba y sufrimiento, cuando tu has visto unicamente un par de huellas, era entonces cuando yo te cargaba.”